La nueva publicación de Ediciones Universitarias de Valparaíso “Didáctica de las Ciencias Sociales para el siglo XXI”, busca repensar la enseñanza para plantear desafíos en el aula y conseguir que los niños y niñas actúen en el mundo en concordancia para alcanzar las anheladas equidades.
El libro “Didáctica de las Ciencias Sociales para el siglo XXI” tiene un carácter polifónico de autoras y autores, que se observa en la diversidad de temáticas que son consideradas como desafíos urgentes en la educación a nivel mundial y que son fundamentales para formar una ciudadanía global. “Diversidad, pensamiento crítico, histórico y espacial, interdisciplinariedad, humanización, justicia social y participación democrática y ciudadana deben ser trabajados por el profesorado del siglo XXI que se posicione desde la perspectiva crítica”, señala la académica del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Carolina Chávez, una de las editoras.
Es una publicación que tiene su foco puesto en profesores en ejercicio porque cada capítulo presenta su perspectiva teórica pero además una propuesta didáctica para abordar desde el aula, pero también puede ser útil para profesores en formación y la comunidad académica de didactas.
“El interés de este producto ha sido contribuir con un material teórico que proviene de las principales líneas de investigación desde la Didáctica de las Ciencias Sociales, pero sobre todo generar sugerencias prácticas para ser aplicadas en los procesos de enseñanza y aprendizajes escolares y también en la Formación Inicial Docente”, explica la profesora Chávez.
El libro está compuesto por siete artículos de 13 profesores de aula que se perfeccionaron en sus postgrados en Barcelona y que conforman la Red Chilena de Investigación y Enseñanza de las Ciencias Sociales (REDIECS), quienes desde sus experiencias y necesidades que surgen en las salas de clases de educación básica y media, exponen el importante tránsito desde los problemas prácticos hacia la teorización, generando la conexión entre escuela y academia.
Los especialistas en didáctica de las ciencias sociales plantean tres líneas de investigación. La primera de ellas pone en consideración la invisibilización de ciertos grupos como niños, niñas, mujeres y pueblos originarios en la enseñanza de la historia y rescata la “humanización histórica”, es decir, la necesidad de enseñar no solo hechos políticos, económicos o militares, sino que incluir los rostros de quienes estuvieron en esos momentos.
La segunda línea considera la formación ciudadana desde la perspectiva de género, la justicia social y el fomento de la participación democrática. Finalmente, la tercera se refiere a dos modelos conceptuales para la enseñanza de la historia. El modelo de pensamiento geohistórico, que aborda el espacio cuando se enseña historia y el tiempo cuando se habla de geografía. El otro modelo es el de experiencia histórica, que considera cómo la enseñanza de la historia puede generar experiencias para que los niños y niñas tengan mejores aprendizajes, como por ejemplo visitas a museos, entrevistas, testimonios, entre otros.
La disciplina de la didáctica tiene 20 años de estudio en Chile, pero hasta ahora no existía una publicación de este tipo y menos aún, emergiendo desde una red de académicos con presencia en aula. También se convertirá en un referente en América Latina, ya que hasta ahora toda reseña ha provenido desde Europa o Norteamérica.
“La mirada latinoamericana de la mayor parte de las y los autores es un aporte para abordar las problemáticas y los desafíos educativos de la enseñanza de la disciplina a nivel global pero sobre todo local”, finaliza Carolina Chávez.